Los trastornos alimentarios son enfermedades graves de salud mental que implican problemas serios en la relación y conducta hacia la comida, condicionando la capacidad del cuerpo para nutrirse adecuadamente. Si estos desórdenes no son tratados por especialistas, pueden aparecer problemas de salud como enfermedades cardíacas y renales, o incluso llevar a la muerte.
¿Cuáles son los principales trastornos de la alimentación?
- Anorexia. Las personas con anorexia nerviosa tienen una imagen corporal distorsionada que les hace verse con sobrepeso incluso cuando están peligrosamente delgadas. A menudo se niegan a comer, hacen ejercicio compulsivamente y desarrollan hábitos inusuales, como negarse a comer frente a otros.
- Bulimia. Las personas con bulimia nerviosa comen cantidades excesivas, y luego se purgan usando laxantes, vomitando o haciendo ejercicio. Suelen actuar en secreto, sienten una falta de control mientras se atiborran, pero aliviados de la tensión y las emociones negativas una vez que sus estómagos están vacíos nuevamente.
- Trastorno por atracón. Las personas con trastorno por atracón experimentan episodios frecuentes de darse atracones fuera de control. La diferencia es que estas personas no purgan sus cuerpos del exceso de comida.
Cada vez que las conductas alimentarias comienzan a tener un impacto destructivo en el funcionamiento o la imagen de alguien, es hora de ver a un profesional de la salud mental altamente capacitado, como un psicólogo con experiencia en el tratamiento de personas con trastornos alimentarios.
¿Cómo puede ayudar un psicólogo con los trastornos de alimentación?
Es importante recordar que no existe un único profesional para el tratamiento de los desórdenes alimentarios. Los psicólogos desempeñan un papel vital en el tratamiento de estos trastornos y son miembros integrales del equipo multidisciplinario necesario para brindar atención al paciente. Como parte de este tratamiento, se puede acudir a un doctor en medicina para descartar enfermedades médicas y determinar que el paciente no está en peligro físico inmediato. Se le puede pedir a un nutricionista que ayude a evaluar y mejorar la dieta.
Un psicólogo ayuda a identificar los problemas subyacentes y desarrollar un plan de tratamiento para resolver los pensamientos y comportamientos destructivos. Por ejemplo, el enfoque puede centrarse en la salud y el bienestar general, en lugar del peso. O se puede pedir al paciente que lleve un diario para descubrir qué situaciones desencadenan los atracones.
Sin embargo, intentar cambiar los pensamientos y comportamientos de un paciente con un trastorno de la alimentación puede no ser suficiente. Un psicólogo puede recomendar tratamientos basados en evidencia como la psicoterapia para ayudar a abordar los problemas psicológicos subyacentes al trastorno alimentario o puede enfocarse en mejorar las relaciones personales. Esto puede suponer la superación de un evento o situación que desencadenó el trastorno en primer lugar. La terapia grupal también puede ser útil en el tratamiento de un trastorno alimentario.